Una de las muchas cosas que nos enfurecen a los abogados es que nos pidan un modelo de esos que tengas por ahí.
Lo típico: el modelo que siempre tenemos a mano de una fusión inversa entre una sociedad francesa y otra que está sujeta al régimen especial de franquicia fiscal suizo.
Los modelos se inspiran en la idea de automatizar las tareas, reduciendo o eliminando la participación del ser humano. Pues bien, la AEAT confía en robotizar los impuestos y le ha tocado al IVA: el “Localizador de Prestación de Servicios”.
Cuando las prestaciones de servicios se realizan entre clientes y proveedores radicados fiscalmente en países diferentes, es necesario determinar dónde se liquidará el IVA. Con este objetivo, existen unas reglas que las localizan en un sitio o en otro, evitando la doble-imposición o la no-imposición.
Son reglas sencillas, como por ejemplo, la del artículo 70.Dos de nuestra normativa del IVA:
Asimismo, se considerarán prestados en el territorio de aplicación del Impuesto los servicios que se enumeran a continuación cuando, conforme a las reglas de localización aplicables a estos servicios, no se entiendan realizados en la Comunidad, pero su utilización o explotación efectivas se realicen en dicho territorio: [y sigue una lista]
Decíamos que la AEAT ha incluido en su web el localizeitor cuyo propósito es ayudar a los contribuyentes en la tarea de determinar dónde tributan las prestaciones de servicios.
El formulario empieza preguntando: ¿de qué servicio se trata? La primera opción que se despliega es “Servicios relacionados con inmuebles” (hay otras nueve y la última es la del “Resto de servicios”). Luego, continúa el cuestionario.
Solo queríamos comentar que hay unas notas de la Unión Europea que explican, en sólo 55 páginas, cómo determinar el lugar de realización de algunas prestaciones de servicios relacionadas con inmuebles.
Y hay más herramientas que van por esta línea: el localizador de entregas de bienes, el asistente virtual en comercio exterior, la calculadora de plazos del Sii…
Son iniciativas llenas de bondad, pero creemos que, afortunadamente, es difícil que deshumanicen este impuesto.