El coste de ejecución material es la base del impuesto sobre actos jurídicos documentados en las declaraciones de  obra nueva.

Las nuevas construcciones se inscriben en el registro de la propiedad mediante una  declaración de obra nueva.

Esa declaración da lugar a una liquidación del impuesto sobre actos jurídicos documentados, que se calcula tomando como base el valor real de coste de la obra.

¿Qué se entiende por valor real de coste?

Para algunos tribunales y, sobre todo, para los encargados de recaudar el impuesto, el concepto se ensancha hasta asimilarse al valor de mercado de la edificación, que, normalmente, es superior al de coste. Así, a base de sumar factores tales como la localización del inmueble, los beneficios del constructor (cuando los había) y lo bonito que ha quedado el edificio, el impuesto en cuestión sale por un pico.

No es así.

El Tribunal Supremo ya lo había apuntado anteriormente y, ahora, unificando la doctrina, señala que la base no es el valor de mercado, sino que el valor real de coste al que se refiere la norma es asimilable al coste de ejecución material de la obra.  Sin añadidos ni conservantes.