En los últimos días hemos dedicado nuestros comentarios a apuntar las principales novedades recogidas en el anteproyecto de norma foral vizcaína del Impuesto sobre Sociedades. Pasamos ahora a ocuparnos del anteproyecto de Normal Foral del IRPF.
En primer lugar nos referiremos a las novedades aplicables a las rentas del trabajo que, además de afectar a la persona física perceptora de la renta, afectan al empleador pagador de la misma:
– Se limita a 180.000 euros la indemnización exenta máxima en los casos de despido, aunque este importe resulte inferior a la indemnización prevista en la normativa laboral.
– Desaparece el tratamiento fiscal favorable previsto para dos tipos de retribuciones en especie, los seguros de enfermedad y la entrega de acciones o participaciones a los trabajadores.
– Se limita a 300.000 euros anuales la base sobre la que aplicar los coeficientes de integración del 50% o 60% en los casos de rentas con período de generación plurianual o de rendimientos obtenidos de forma notoriamente irregular en el tiempo.
– Se limita tácitamente la exención por los rendimientos obtenidos por trabajos realizados en el extranjero, al disponerse que el límite máximo exento de 60.100 euros se reducirá proporcionalmente al período de tiempo anual en que efectivamente se hayan prestado los servicios en el extranjero.
Como se observa, la aplicación de estas medidas acabará produciendo un incremento de la tributación, lo que, tratándose de retribuciones, puede provocar un incremento de los costes sociales.
Por último, si bien en algunos casos se contemplan regímenes transitorios que pretenden respetar expectativas de derecho existentes en la actualidad, lo cierto es que no atienden de forma completa dichas expectativas, pudiendo producirse desigualdades de trato.
Confiemos en que la tramitación en Juntas Generales de estas medidas permita mejorar algunos de estos aspectos.
En nuestro próximo comentario nos centraremos en las medidas de carácter más general.
