La mayoría republicana en el Congreso federal estadounidense ha propuesto una profunda reforma del Impuesto sobre Sociedades. Entre las modificaciones propugnadas se prevén los denominados ajustes en frontera: los gastos por importaciones no serán deducibles; los ingresos por exportaciones estarán exentos. Si esto os parece un extraño injerto de principios del IVA en el Impuesto sobre Sociedades, no sois los únicos. Lo mismo nos ocurre a nosotros, y a nuestros compañeros estadounidenses.
En un lúcido artículo A&M Taxand señala los claros problemas que esta propuesta plantea desde el punto de vista del Derecho internacional del comercio y de su aplicación práctica. Apuntan incluso la existencia de cuestiones de constitucionalidad.
El artículo nos confirma que la legislación de carácter populista y poco meditada no es monopolio de ningún país (recordemos la legislación británica del diverted profits tax, por no hablar de ejemplos más próximos) y nos muestra que el legislador estadounidense sigue tropezando en la misma piedra de siempre, a la vista de los repetidos conflictos de la normativa del corporate income tax estadounidense con la normativa internacional del comercio. Lo que no queda claro es si esos reiterados errores son involuntarios.
Aprovechamos esta entrada para presentaros la nueva newsletter de Taxand, en la que tratamos de exponer de manera clara y sucinta (“easy to digest”) las más destacadas novedades en el panorama fiscal internacional.